Ya se acaba este segundo de Bachillerato, el último curso en
el IES San Juan de Dios, y aunque parezca mentira ya llevo aquí 6 años, 6 años
de mi vida en los que he cambiado muchísimo tanto física como mentalmente, a
mejor claro está.
Todo comienza cuando terminas sexto de primaria y llegas al instituto, ese instituto del que los maestros tanto miedo te meten en el colegio y luego no son más que leyendas. El Instituto no es como te lo pintan, sinceramente me lo he pasado mejor en el instituto que en el colegio. No es que tenga muchos buenos recuerdos del colegio, de hecho, ahora mismo no recuerdo alguno.
Mi paso por el IES San Juan de Dios ha sido una experiencia bonita desde 1º de Eso hasta 2º de Bachillerato. Llegas y lo primero que te llama la atención es ese trato distinto con los profesores y esa cierta libertad que tienes sobre ti mismo. Siempre he sido un chico a el que los estudios no se le daban mal, siempre he sacado buenas notas y mi entrada en el instituto no resultó ningún cambio para éstas. De mi estancia por la ESO recuerdo sobretodo las excursiones, las pocas que hemos hecho, pero tengo buenos recuerdos de ellas: ERA, Andévalo, Roma…
La dinámica de los siguientes cursos no varió mucho seguí sacando buenas notas y haciendo buenos amigos, consolidando una relación de amistad con algunos que seguramente dure mucho tiempo. Y es cuando llegas a 4º de Eso cuando debes tomar una de tus primeras decisiones en la vida, debes elegir un camino que seguir, ciencias o letras. A mi las letras nunca me han llamado la atención aunque la historia me gusta, quizás porque desde pequeño en mi casa siempre ha habido un gran conocimiento sobre ella. El hecho de no gustarme las asignaturas de letras hizo que entrara en ciencias, pero de aquí la rama de la salud tampoco me llamaba la atención, pero yo seguí ya que mi atracción hacia programas tales como "Bricomanía" y más de este estilo eran grandes. Ahora sé que no me equivoqué porque en un futuro espero ser Ingeniero.
En este año, también muchos amigos míos mayores que yo terminaron en el Instituto y se fueron a la universidad, puedo agradecer a ellos muchos consejos que me han dado. De hecho cuando tengo algunas dudas sobre algo relacionado con Bachillerato acudo a ellos.
Cuando entré en 1º de Bachillerato aún no sabía que quería hacer con mi vida, he cambiado tanto de profesión…, pero fue en el verano de antes de entrar en Bachillerato cuando me dio, gracias a la ayuda de mi madre, por escoger la asignatura de Dibujo Técnico, gracias a esta elección, de las más complicadas que he tenido nunca, aunque parezca una tontería, tengo más claro mi futuro. También en este curso entran nuevos alumnos en tu clase, alumnos que poco a pocos se van convirtiendo en amigos y a día de hoy puedo decir que algunos de ellos son muy buenos amigos míos.
Ya es en 2º de Bachillerato donde todo cambia, las relaciones con los profesores se vuelven más serias y el trato es distinto. También cambia el hecho de los exámenes, para mí este es el curso más difícil al que me he enfrentado nunca. Las horas sentado en tu mesa de estudio parecen no tener fin, pero todo es por una buena causa. Este curso se me ha pasado volando, hace nada entré y era Septiembre y ahora miro el calendario y es Mayo. Es curioso lo rápido o lo lento que pasa el tiempo según las circunstancias. Dicen que el tiempo pasa rápido cuando te lo estás pasando bien, será eso…
Me llevo grandes experiencias con los profesores, quizás, con el que más sea Miguel Roa, ya bien porque me da 5 horas de clases semanales o porque es la persona que más pendiente de ti está de todo el Instituto. El hecho es que con él no me aburro, somos muy diferentes y siempre me está diciendo que tengo que estudiar más y que el año que viene le agradeceré todo el trabajo que me ha mandado. Lo que él no sabe es que de alguna manera ya se lo agradezco aunque no se lo muestre para no darle esa satisfacción. Pero sí, cuánto más nos aprieten los profesores mejor preparados vamos para hacer frente a la carrera universitaria.
Y ahora que tan solo me queda 1 mes de estancia en el Instituto llegan las reflexiones. Siempre podré decir orgulloso y con la cabeza alta que yo estuve en el instituto San Juan de Dios porque ya es algo que siento como mío, he pasado tantas horas y tantos años de mi vida en él que ya forma parte de mí. Como ya se mencionó en el discurso de despedida de 2º de Bachillerato, quizás éste no sea el instituto con las mejores instalaciones, quizás no sea el mejor instituto pero es NUESTRO instituto, dónde todos hemos vivido cientos de experiencias que contar y dónde hemos aprendido mucho. En él nos hemos convertido en personas maduras y, por qué no decirlo también, en adultas. Nunca olvidaré mi paso por el IES San Juan de Dios.
Todo comienza cuando terminas sexto de primaria y llegas al instituto, ese instituto del que los maestros tanto miedo te meten en el colegio y luego no son más que leyendas. El Instituto no es como te lo pintan, sinceramente me lo he pasado mejor en el instituto que en el colegio. No es que tenga muchos buenos recuerdos del colegio, de hecho, ahora mismo no recuerdo alguno.
Mi paso por el IES San Juan de Dios ha sido una experiencia bonita desde 1º de Eso hasta 2º de Bachillerato. Llegas y lo primero que te llama la atención es ese trato distinto con los profesores y esa cierta libertad que tienes sobre ti mismo. Siempre he sido un chico a el que los estudios no se le daban mal, siempre he sacado buenas notas y mi entrada en el instituto no resultó ningún cambio para éstas. De mi estancia por la ESO recuerdo sobretodo las excursiones, las pocas que hemos hecho, pero tengo buenos recuerdos de ellas: ERA, Andévalo, Roma…
La dinámica de los siguientes cursos no varió mucho seguí sacando buenas notas y haciendo buenos amigos, consolidando una relación de amistad con algunos que seguramente dure mucho tiempo. Y es cuando llegas a 4º de Eso cuando debes tomar una de tus primeras decisiones en la vida, debes elegir un camino que seguir, ciencias o letras. A mi las letras nunca me han llamado la atención aunque la historia me gusta, quizás porque desde pequeño en mi casa siempre ha habido un gran conocimiento sobre ella. El hecho de no gustarme las asignaturas de letras hizo que entrara en ciencias, pero de aquí la rama de la salud tampoco me llamaba la atención, pero yo seguí ya que mi atracción hacia programas tales como "Bricomanía" y más de este estilo eran grandes. Ahora sé que no me equivoqué porque en un futuro espero ser Ingeniero.
En este año, también muchos amigos míos mayores que yo terminaron en el Instituto y se fueron a la universidad, puedo agradecer a ellos muchos consejos que me han dado. De hecho cuando tengo algunas dudas sobre algo relacionado con Bachillerato acudo a ellos.
Cuando entré en 1º de Bachillerato aún no sabía que quería hacer con mi vida, he cambiado tanto de profesión…, pero fue en el verano de antes de entrar en Bachillerato cuando me dio, gracias a la ayuda de mi madre, por escoger la asignatura de Dibujo Técnico, gracias a esta elección, de las más complicadas que he tenido nunca, aunque parezca una tontería, tengo más claro mi futuro. También en este curso entran nuevos alumnos en tu clase, alumnos que poco a pocos se van convirtiendo en amigos y a día de hoy puedo decir que algunos de ellos son muy buenos amigos míos.
Ya es en 2º de Bachillerato donde todo cambia, las relaciones con los profesores se vuelven más serias y el trato es distinto. También cambia el hecho de los exámenes, para mí este es el curso más difícil al que me he enfrentado nunca. Las horas sentado en tu mesa de estudio parecen no tener fin, pero todo es por una buena causa. Este curso se me ha pasado volando, hace nada entré y era Septiembre y ahora miro el calendario y es Mayo. Es curioso lo rápido o lo lento que pasa el tiempo según las circunstancias. Dicen que el tiempo pasa rápido cuando te lo estás pasando bien, será eso…
Me llevo grandes experiencias con los profesores, quizás, con el que más sea Miguel Roa, ya bien porque me da 5 horas de clases semanales o porque es la persona que más pendiente de ti está de todo el Instituto. El hecho es que con él no me aburro, somos muy diferentes y siempre me está diciendo que tengo que estudiar más y que el año que viene le agradeceré todo el trabajo que me ha mandado. Lo que él no sabe es que de alguna manera ya se lo agradezco aunque no se lo muestre para no darle esa satisfacción. Pero sí, cuánto más nos aprieten los profesores mejor preparados vamos para hacer frente a la carrera universitaria.
Y ahora que tan solo me queda 1 mes de estancia en el Instituto llegan las reflexiones. Siempre podré decir orgulloso y con la cabeza alta que yo estuve en el instituto San Juan de Dios porque ya es algo que siento como mío, he pasado tantas horas y tantos años de mi vida en él que ya forma parte de mí. Como ya se mencionó en el discurso de despedida de 2º de Bachillerato, quizás éste no sea el instituto con las mejores instalaciones, quizás no sea el mejor instituto pero es NUESTRO instituto, dónde todos hemos vivido cientos de experiencias que contar y dónde hemos aprendido mucho. En él nos hemos convertido en personas maduras y, por qué no decirlo también, en adultas. Nunca olvidaré mi paso por el IES San Juan de Dios.
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